Después del Silicon Valley

Hay que ser chicanos chilenos ... o mexicanos con

alma argentina. Fernando Flores, 30/11/2000

El viaje al Silicon Valley ha quedado atrás y espero que comencemos a empujar la bola de nieve antes de que se derrita. Todos los viajes son interesantes, pues dependen al final de uno. Como diría Humberto Maturana, mientras no hagamos la distinción, la pregunta y el problema, no existen. Sin embargo, aún no es posible medir el impacto total de este viaje a nivel nacional. Esta vez mi columna es una semana de mi diario de vida virtual.

Anecdotario

Un primer punto es la organización de la delegación empresarial que no estuvo exenta de problemas (aunque me comentaron que en la delegación presidencial, en la cual participó un colega, Eduardo Vera, también hubieron dificultades): personas que esperaron más de 6 horas en Los Angeles a la ida, problemas de hotel, cambios de horario, visitas canceladas (IBM), escuchar al presidente vía circuito cerrado de video un piso más arriba, fueron algunos de los percances.

Hubieron, sin embargo, momentos culminantes, como escuchar a Larry Ellison más de una hora en la visita a Oracle, o el discurso de Fernando Flores en la cena ofrecida por Sun Microsystems (como anécdota, aún tengo que entender por qué fui mencionado en este discurso). Otra anécdota personal fue generada por El Mercurio que textualmente publicó el 10 de Diciembre en referencia a la visita a Oracle: un programador estrella reconoció a Ricardo Baeza, su profesor .... La realidad es que era un ex alumno de magister que hizo su tesis conmigo y que fue a verme ya que le había avisado de mi visita.

Uno de los beneficios de este viaje, al menos para mí, fue conocer a muchos chilenos que es difícil conocer en Chile. Había de todo, desde Agustín Edwards hasta empresarios jóvenes, pasando por abogados y médicos. Al parecer nadie quería perderse el viaje. Al final los contactos personales perduran en el tiempo. La vuelta fue más simple, aunque un grupo casi perdemos el avión por levantarnos tarde. Gajes del oficio de ser chileno, supongo (sonrisa).

Visitas Interesantes

Aparte de las visitas a grandes compañías, para mi la más interesante fue la de Xerox Parc. Además de la historia de innovación de Xerox Parc, fue interesante ver dos proyectos concretos contados por sus creadores: robots en base a pequeños módulos electromecánicos y un papel especial que en el futuro puede convertirse en una pantalla flexible o ser la base del libro del futuro. Otra visita muy interesante fue a International Business Incubator, una incubadora de empresas sin fines de lucro asociada a la Universidad Estatal de San José, la cual recibe sólo incubandos extranjeros. Esta incubadora abrió sus puertas a colaborar en el futuro con nosotros.

Tenía también preparada mi propia agenda, en la que me reuní con los chief scientists de Yahoo y Verity, e investigadores de Altavista y Google. Lo más interesante es la eficiencia de Yahoo en lo que respecta a personal y también el que todo el software que usan lo han desarrollado ellos mismos o lo han mejorado notablemente (por ejemplo, su propia versión de Apache). Un resultado concreto de estas visitas fue la invitación a participar en un panel sobre búsqueda en la Web en la siguiente conferencia de la Web en Hong Kong en Mayo del 2001. También hice mi propia visita a Stanford, al investigador de origen latinoamericano más citado en computación, Héctor García-Molina. Héctor, al que conozco hace varios años, me tentó con un sabático en el futuro, una oferta difícil de rehusar.

Sin duda el lobbying continuo fue interesante para todos y al parecer a nivel de gobierno se concretaron donaciones y apoyos de varias compañías. Sin embargo, a mi parecer hubiera sido más útil para jóvenes emprendedores haber presentado sus proyectos que el escuchar las bondades de Chile para los inversionistas extranjeros en áreas de tecnología. Pero es un primer paso. Un complemento a esta visita fue el evento denominado Encuentro: Sociedad y Tecnologías de la Información, que organicé los días 14 y 15 de Diciembre, el que fue seguido por más de 100 asistentes, distribuido vía Internet por Reuna y patrocinado por CONICYT, CYTED, ISTEC y la SCCC. En mi próxima columna les contaré mis conclusiones de ese encuentro, que congregó visiones muy diferentes, que sin embargo tienen un objetivo común: un país mejor.


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